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Halitosis (mal aliento)

Halitosis (mal aliento)
Halitosis es el término médico para designar el mal aliento. Alrededor  del 90% de los casos tienen su origen en problemas orales: depósitos de bacterias y restos alimenticios en la lengua, infecciones en las encías y sequedad bucal, principalmente. El resto de casos pueden estar producidos por enfermedades del sistema respiratorio (sinusitis, obstrucción nasal, etc.), del aparato digestivo (gastritis, úlcera, etc.), diabetes e incluso por alteraciones del riñón o el hígado.

Consejos para evitar el mal aliento
  • Utilizar un cepillo de dientes en buen estado, seda dental y un colutorio adecuado. Cepillar la lengua: también forma parte de nuestra boca y es la gran olvidada en nuestras rutinas de higiene.
  • Evitar el tabaco, que reduce el flujo de saliva, produciendo sequedad bucal, lo que es un caldo de cultivo para la halitosis.
  • Evitar el exceso de cebolla, ajo o especias y el consumo excesivo de café. Consumir alimentos como manzana, zanahoria, pera, sandía, kiwi y apio.
  • Las hierbas aromáticas como el perejil, eucalipto, romero, albahaca y menta ayudan a contrarrestar el efecto de comidas con mucho ajo o cebolla. Sin embargo, evita el limón.
  • Para el buen aliento, consumir yogur, ya que disminuye la cantidad de sulfuro de hidrógeno presente en la boca; queso, especialmente Cheddar, cuya grasa combate los ácidos de las comidas y equilibra el pH, y jengibre en trozos pequeños, que neutraliza los olores que genera la boca.
  • Beber agua abundante. Es imprescindible, porque el mal aliento tiene relación con la sequedad bucal, así que es importante tenerla hidratada.
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