Es importante definir las maloclusiones según la función de las estructuras existentes en la cavidad bucal, ya que no sólo se asocian a una mal posición dental:
- Dental: cuando el problema es exclusivamente de las piezas dentales. En este caso, debemos indicar el tipo de dentición existente: temporal, mixta o definitiva.
- Esquelética: cuando el problema es del maxilar y/o la mandíbula (tamaño).
- Dentoesquelética: cuando encontramos alteraciones en valores dentarios y también esqueléticos.
- Funcional: en este caso, el diagnóstico se basará en la exploración clínica para valorar la funcionalidad.
La Asociación Española de Especialistas en Ortodoncia, recomienda que todos los niños realicen una revisión de ortodoncia antes de los 7 años, lo que permite realizar tratamientos preventivos, interceptivos, ortopédicos y/o funcionales en el momento que el especialista considere idóneo.
El no realizar un tratamiento a tiempo puede generar una necesidad de tratamientos futuros más complicados, pero lo más importante es que puede derivar en una alteración de las distintas funciones orales, como alteraciones en la fonación, respiración, dificultad en la masticación, alteración de la deglución o, entre otras cosas, hábitos labiales inconvenientes. La ortodoncia no sólo resuelve problemas estéticos dentales.
Medidas preventivas a tener en cuenta por los papás para no favorecer la aparición de maloclusiones o agravarlas:
- Evitar la ingesta de únicamente dietas blandas ya que, de hacerlo, se podría contribuir un desarrollo muscular perifacial incorrecto.
- Eliminar cualquier hábito que pueda favorecer una maloclusión: succión nutritiva prolongada (biberón) o no nutritiva (chupete, dedo, lápiz…).
- Problemas respiratorios o alérgicos en la infancia condicionan muchas veces la aparición de hábitos asociados de respiración oral.
- Llevar a su hijo/a periódicamente a la odontopediatra para revisar que todo esté bien y tratar a tiempo aquellos dientes que lo precisen para no perderlos antes de tiempo. No hay mejor mantenedor de espacio que los propios dientes de leche, lo que puede evitar problemas de apiñamiento.
Signos que indican posible necesidad de ortodoncia:
- Pérdida de dientes de leche prematura o tardía.
- Problemas al masticar.
- Apiñamiento o falta de espacio para dientes.
- Retraso en la salida de dientes.
- Respiración por la boca, ronquidos, apneas.
- Paladar estrecho.
- Mordida cruzada: los dientes de abajo muerden por fuera de los de arriba.
- Mordida abierta: los dientes superiores no logran contactar con los inferiores, sobretodo en la zona anterior.
- Ruidos al abrir y cerrar la mandíbula.
- Problemas al hablar y pronunciación, en donde se interpone en exceso la lengua o el frenillo es muy corto.
- Los dientes centrales superiores reposan en el labio inferior, están muy salidos.
- Los labios quedan muy entreabiertos cuando el niño/a está en reposo.