Durante los primeros meses de un bebé, aunque no haya erupcionado ningún diente, es importante que se mantenga una higiene oral con dedales de silicona o gasas humedecidas para limpiar los rodetes de encía, pero en ocasiones esta tarea se vuelve complicada ya que durante este periodo reciben alimentación con leche materna (ya sea a demanda como única vía de alimentación o complementaria a la alimentación sólida).
A día de hoy, la lactancia a demanda es lo más recomendado por los médicos especialistas, pudiendo poner en compromiso la compatibilidad con la prevención de caries y la higiene oral de los más pequeños, ya que la frecuencia de tomas puede ser alta.
Es por eso que cada mamá y su bebé deben tener su plan personalizado de higiene porque el hecho de estar lavando los dientes/encías después de cada toma se vuelve una tarea pesada, y más con la lactancia a demanda. Si se trabaja en equipo podemos conseguir instaurar factores protectores para evitar la aparición de caries tempranas o, si han aparecido ya, tomar medidas para evitar su avance.
Nuestros consejos:
- Uso de toallitas de xilitol entre tomas para limpiar dientes y encías, ya que son manejables y fáciles de usar; además disminuye la aparición de placa y el nivel de ácidos que atacan la superficie de los dientes por lo que favorece la remineralización. En embarazadas también es muy recomendable el uso de xilitol ya que reduce la transmisión de caries a los bebés recién nacidos.No hay que confundir la higiene complementaria con las toallitas de xilitol con la higiene oral mínima para aquellos niños con dientes ya erupcionados, que debe ser 2 veces al día.
- Controlar la ingesta de azúcares y ácidos (zumos de brick, algunas frutas, bollería, …).
- Cepillado mínimo de dos veces al día y uso de flúor.
- Por último pero no menos importante, que lleven a sus hijos al odontopediatra desde bien pequeños para establecer un buen plan de prevención y se familiaricen con nosotros y la clínica.